lunes, 2 de julio de 2012

LA BIBLIOTECA DE PIPPI 10

Seguramente no lo recordareis, porque han pasado muchos años, pero la biblioteca de Pippi en Kunterbunt (“Villa Colorines”) era una de las habitaciones que daba al porche donde solía estar refugiado Pequeño Tío. En casa de Pippi no había libros, solo “píldoras”, porque nuestra pequeña y vieja amiga no tenía tiempo para leer más que unas pocas líneas seguidas entre sus múltiples actividades legales e ilegales.
Así pues, su biblioteca estaba compuesta de multitud de hojas sueltas que se amontonaban en confusas pilas sobre las estanterías vacías y la gran mesa camilla bajo la que encendía el brasero de picón.
Hoy Pippilotta Viktualia Rogaldina Shokominza Langstrumpf ha entrado a la biblioteca en uno de los esporádicos momentos en los que se atenuaba su frenética actividad. Ha tomado una de las hojas que esperan polvorientas sobre la mesa y se ha hundido en el sillón que hay bajo el ventanal. Al otro lado Pequeño Tío la observa entre orgulloso y divertido.
-¿Tu de que te ríes? -le pregunta Pippi a través del cristal polvoriento.
Esto es lo que después ha leído. 


No espero ni solicito crédito para el muy extraño y, sin embargo, muy vulgar relato que me dispongo a transcribir. Loco estaría, verdaderamente, si lo esperase, tratándose de un caso en el que mis sentidos rechazan el testimonio que ellos mismos aportan. Pero no estoy loco, y estoy seguro de que no sueño. Pero mañana moriré y hoy quisiera descargar el alma. El propósito que me guía es el de exponer el mundo, llana, sucintamente y sin comentarios, una serie de simples acontecimientos domésticos que, por sus consecuencias, me han aterrorizado, me han torturado, me han aniquilado. Mas no intentaré comentarlos. Para mi no han representado otro sentimiento que el del horror, pero a muchos les parecerán menos terribles que bariques. Quizá posteriormente surja alguna inteligencia más serena, más lógica y mucho menos excitable que la mía, que verá en las circunstancias que yo enumero con espanto solamente una sucesión normal de causas y efectos muy naturales. 

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