El término clásico está lejos de definir, por si solo, la naturaleza
del arte griego llegado al apogeo de su evolución. Ciertamente, la
noción misma del arte clásico parece ligada al espíritu griego, de esos
griegos que preconizaban, por encima de todo el sentido de la justa
medida. De Esquilo a Aristóteles, la hybris, la desmesura, es una de las
faltas más graves, aquella por la cual el hombre intenta indebidamente
igualarse a los inmortales.
Ahora bien: el clasicismo es el triunfo de la razón, el orden
racional, que reserva a lo humano, en la armonía general del cosmos, un
lugar eminente y determinante. El hombre no es, como decía Sófocles, la
más grande maravilla de la naturaleza, sino que es también el reflejo
del espíritu, del Nous, que Anaxágoras de Clazomene enseñaba a Pericles,
se inscribe en las armoniosas realizaciones de la Acrópolis de Atenas.
donde trabajaban en torno a Fidias, personalidades tan notables como los
arquitectos Ictino y Mnesicles, o como los escultores Alcamenes,
Crésilas y Policleto.
Ref. 1591
Autores: Charbonneaux, Jean & Martin, Roland & Villard, François
Idioma: Español
Editorial: Aguilar (Madrid)
1970
22x28 cm.
424 páginas. Tapass duras con sobrecubiertas protegidas con plástico
por anterior propietario. Numerosas ilustraciones b/n y color.
Desplegables. Firma. Buen estado.
Colección El Universo de las Formas. Dirección André Malraux y Georges Salles. Dirección Científica André Parrot.
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