Los
dadaístas rechazaban la cultura existente basándose, en gran parte,
en que pertenecía a la misma sociedad que había originado la
primera guerra mundial. Les parecía que ser un “amante del arte”
en 1916 era pura hipocresía. Pero la exasperación liberó fuerzas
extrañas, muchas de las cuales estaban latentes en el arte del
pasado. Confiar en lo accidental, en el azar, como empezarían a
hacer los dadaístas, equivalía a fiar en el subconsciente. Así lo
habían hecho antaño determinados artistas, desde el Bosco a Lewis
Carroll; pero la explotación sistemática de sueños e imágenes
involuntarias en la literatura y en el arte no empezó hasta que un
joven literato francés, llamado André Breton, se reunió con un
grupo de jóvenes dadaístas, y descubrió las obras de Freud. Había
nacido el surrealismo. Movimiento difícil para los historiadores del
arte debido a si amplia variedad de estilos, el surrealismo ejercería
una influencia principal en el arte del siglo XX. Algunos artistas
ofrecen una representación meticulosa de un mundo completamente
irreal; otros siguen una idea propia del dadá y combinan formas
halladas al azar. La esencia es el poder de la imaginación.
Autora: Ades, Dawn
Idioma: Español
Editorial: Labor (Madrid)
1975
11,50x18 cm.
66 páginas ilustradas b/n + 62 ilustraciones a color fuera de texto. Cubiertas en rústica protegidas con plástico por anterior propietario. firma. Buen estado.
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