Si el valor estético es inherente a todo el lenguaje, no siempre el
lenguaje se organiza como poema. ¿Qué hará el artista para convertir las
palabras de nuestras conversaciones en un material tan propio y genuino
como lo es el hierro o el mármol a su escultor?
En las páginas del presente libro Jorge guillen se enfrenta con esa
pregunta, cuya contestación implica una elucidación de las relaciones
entre lenguaje y poesía y de cómo los componentes prosaicos se
transforman en elemento idóneo para la lírica. El autor de "Cántico"
analiza las obras de algunos poetas españoles que resultan ejemplares
para los propósitos de la indagación: Berceo, que dispone sus frases a
muy corta distancia del nivel prosaico, pero cuyo idioma vivo es
profundamente poético; Góngora, suma encarnación de la lengua poética;
San Juan de la Cruz y Bécquer, que estiman insuficiente la palabra para
la expresión, ya de lo inefable místico, ya de lo inefable visionario;
Gabriel Miró, que acepta el idioma como maravilloso medio expresivo. LA
obra, a la vez paradigma de análisis literario y pieza de una original y
renovadora poética, concluye con un capítulo sobre el grupo de poetas
-Salinas, Lorca, etc.- que vivieron y escribieron en España entre 1920 y
1936 y que, a pesar de lo muy personales que fueron sus voces,
presentan rasgos característicos de una generación literaria, preocupada
por los grandes asuntos -amor, universo, destino, muerte- del hombre y
dominada por la voluntad de poesía como creación.
Autor: Guillen, Jorge
Idioma: Español
Editorial: Alianza (Madrid)
1969
11x18 cm.
211 páginas. Cubiertas en rústica. Firma. Buen estado.
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