El grupo social que lleva a cabo la arquitectura popular raramente da forma -al menos de un modo predeterminado y consciente- a símbolos y abstracciones, o al menos así me lo parece, lo que no impide que llegue a plasmar la representación material de lo que él mismo y su mundo significan. El materializar conceptos representativos, como puedan serlo la religión, el poder, la riqueza, la ciencia, etc., queda fuera del campo de acción -al menos de manera consciente- del “arquitecto” popular. Es por lo que el núcleo más auténtico y verdaderamente significativo dentro de la arquitectura popular se encuentra prácticamente limitado a la casa-habitación y dependencias auxiliares incluidas o no dentro de ella. Podría argüirse que cualquier edificio, aún el más simbólico y representativo, como una iglesia, un palacio, un ayuntamiento, etc., no podría ser levantado sin ayuda de individuos pertenecientes al “pueblo” y esto es cierto; pero en tales casos la intervención de la entidad “pueblo” no existe como tal, limitándose a jugar el papel de herramienta, más o menos cualificada, en la mano de un proyectista-director, pero nunca a actuar como ente personal e individualizado capaz de expresarse a través de su obra. Es por ello que el alcance de este trabajo se limitará casi exclusivamente a las tipologías de viviendas y edificios auxiliares, por considerar que fuera de aquellos los hombres del pueblo tienen muy raras ocasiones de dejar impresa la huella de su propio modo de ser y de sentir.
(Del prólogo del autor)
Ref. 1600
Autor: Flores, Carlos
Idioma: Español
Editorial: Aguilar (Madrid)
1973
24x33 cm.
2383 páginas en los cinco volúmenes. Tapas duras con sobrecubierta protegidas con plástico por anterior propietario. Numerosas ilustraciones en b/n y color. Firma. Gastos de envío gratis.
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